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Palacio Benigno López

El edificio que actualmente ocupa el Ministerio de Relaciones Exteriores perteneció originalmente a Benigno López Carrillo -hijo del Presidente de la República (1840-1862) Carlos Antonio López y de Juana Pabla Carrillo- quien había adquirido la propiedad en el año 1860 y contratado los servicios del arquitecto italiano Alejandro Ravizza para que realizara el diseño y la construcción del edificio, entre los años 1861 y 1865, tal como reza una inscripción ubicada en un mortero remanente localizado en una de las esquinas del patio central.

Una vez concluida la guerra de la Triple Alianza (1865-1870), Juana Pabla Carrillo se presenta ante el juzgado como heredera de su hijo Benigno, fusilado en Lomas Valentinas el 21 de diciembre de 1868. El 12 de julio de 1871, al morir ella, sus hijas Inocencia y Rafaela López Carrillo heredan los bienes de la familia, siendo transferido este Edificio en 1872 a la última, quien a su vez, en 1874, lo vende a Ponciano Guimaraes y vuelve a adquirirla en 1876 a través de la compra realizada por su segundo esposo, Milciades Acevedo Pedra.

En 1875 fue arrendado por el empresario catalán Pedro Grau, quien lo transforma en hotel con el nombre de “Hispano-Americano”. En 1893, Acevedo Pedra vende el Edificio a Pedro Jorba, continuando el arrendamiento por la firma Grau y Cía. hasta 1937, cuando Eduardo Yubero se encarga de la administración del hotel rebautizándolo como “Hotel Colonial”.

Cuatro años después, la administración del hotel pasa a manos del inmigrante vasco Genaro Escudero, quien lo convierte, con el mismo nombre, en el centro hotelero más importante de Asunción. Ilustres personalidades se alojaron allí, entre ellas, el presidente del Brasil, Getulio Vargas.

En 1970, los herederos de Pedro Jorba, venden el edificio al grupo financiero Central Hispano para sede del Banco Asunción S.A. Posteriormente, éste se fusiona con el Grupo Santander. En el año 2003, el Banco Asunción S.A. del Grupo Santander Central Hispano solicita su liquidación voluntaria ante las autoridades del Banco Central del Paraguay y vende el inmueble al Estado Paraguayo, a través de una donación del gobierno de la República de China (Taiwán), para ser utilizado como sede de la Cancillería Nacional.

A través del Decreto No. 778 del 7 de noviembre de 2003, firmado por el Presidente de la República del Paraguay, Don Nicanor Duarte Frutos y refrendado por la Ministra de Relaciones Exteriores, Embajadora Leila Rachid, se acepta la donación de la República de China (Taiwán), pasando a ser la nueva sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, inaugurada en fecha 6 de mayo de 2005.


Aspectos Formales

De estilo neoclásico, este edificio es uno de los más representativos de las obras arquitectónicas concretadas durante el gobierno de Carlos Antonio López.

Todos los ambientes importantes, además de abrirse al patio central, se integran al espacio público a través de ventanas, en las que se utilizó el arco de medio punto coronados por molduras tipo follaje y pequeñas cornisas sostenidas por ménsulas decoradas.

La estructura del edificio está conformada por 30 columnas que delimitan el hall central, y arquerías de medio punto ricamente ornamentadas que sostienen la galería del piso alto. La cobertura fue hecha con perfilería de metal y bovedilla catalana. Los zócalos de fachada y las bases de columnas de acceso y patio central fueron revestidos con planchas de mármol, realizándose el mismo tratamiento en los pisos, escalera de acceso principal y en las de acceso a la planta alta.

En la ejecución de la obra fueron utilizados materiales tradicionales como piedras y ladrillos cerámicos -proveídos por las canteras y olerías del Estado-, así como la perfilería metálica; en tanto que para los pisos y revestimientos se trajeron mármoles de Europa. Todo el material de hierro forjado utilizado en los balcones y escalera, fueron trabajados en la fundición de hierro de Ibycuí, más conocida como “La Rosada”.


Restauración y Puesta en Valor

Con la restauración y puesta en valor de este edificio de carácter patrimonial, el Ministerio de Relaciones Exteriores se propone rescatar espacios, estructuras y ornamentaciones originales que se han podido preservar a pesar de las diferentes, sucesivas y fuertes intervenciones experimentadas a través del tiempo. En el proceso de acondicionamiento y adaptación a los nuevos usos y necesidades espaciales de la Cancillería Nacional, no solo se han restaurado los espacios, estructuras y ornamentos remanentes del XIX, sino que además se han dejado testimonios de las sucesivas intervenciones y de las inserciones nuevas que facilitaron su adaptación para ser4 utilizado como hotel y entidad bancaria. Con esta orientación, se han preservado _entre otros elementos_ la claraboya de estructura metálica prefabricada (y vidrio) que fuera importada de España para cubrir el patio central interno y habilitar el salón comedor del “Hotel Hispano-Americano”; así como también las mesadas de mármol introducidas en la intervención de los años 70 y que fueran utilizadas para la sección de cajas. Los trabajos de estratificación y restauración pictórica se realizaron en las columnas y en el muro sur del patio central, en el paño superior central de la fachada sobre la calle Palma y, en las aberturas de madera. En las aberturas internas de madera de trébol, fueron retiradas las capas de barniz oscuro y protegido el material original. Estos trabajos fueron realizados por alumnos egresados de la Escuela Taller de Asunción y supervisados por docentes, técnicos pintores y escultores-talladores de la misma, con el asesoramiento de historiadores y especialistas en conservación y restauración del patrimonio edilicio, así como también de los responsables de la preservación de la memoria edilicia de la Municipalidad de Asunción y del Ministerio de Educación y Cultura. De manera a no comprometer la preservación de los materiales originales, se han encarado estos trabajos como parte de un proceso que se desarrolla y adapta a los tiempos necesarios y propios a las intervenciones de este tipo. Estos trabajos de restauración y puesta en valor se realizan como parte de un proceso continuo que permita la menor intervención posible obteniendo los mejores resultados en lo que hace a la preservación de todos los elementos originales remanentes y, diferenciando y dejando registros de todas las intervenciones nuevas. Documentaciones fotográficas digitales fueron efectuadas a lo largo de todo el proceso. Todos estos delineamientos se han definido teniendo en cuenta que el Ministerio de Relaciones Exteriores en representación del Estado Paraguayo asume la tenencia de este edificio considerando su carácter de patrimonio histórico (registrado por el Municipio de Asunción y por la Dirección General de Bienes Culturales, Ley 946/682) y su resguardo, asegurando su preservación en el tiempo para el uso de futuras generaciones.


Patio Interior

Se trabajó en un área aproximada de 44,00 m2 en el muro sur del patio, abarcando: 4 fustes de columnas con sus capiteles y ornamentos, 3 arcos con molduras y mascarones y el muro sobre los arcos hasta la cornisa que marca el nivel del piso superior con sus ornamentos y guirnaldas en relieves. Los estudios de estratratificacion pictórica develaron dos colores por debajo de la última capa de pintura encontrada. Fotos del patio de las décadas de 1930 y 1940 muestran un color oscuro en los fustes de las columnas. Personas que conocieron el edificio original cuentan que la pintura era al aceite color verde, de la cual no se encontró ningún rastro. Se eliminaron las pinturas blancas látex texturizadas de las áreas planas y la lisa de color ocre de los ornamentos, descubriendo debajo una primera capa de color ocre claro que predomina, luego un gris azulado (gris cálido) y por último el revoque, coincidiendo con los tonos encontrados por las restauradoras del Museo Nacional de Bellas Artes, según el Informe de Estudio de Estratificación Pictórica realizado por las mismas, en enero de 2004. Durante la eliminación de la pintura, en uno de los fustes de las columnas se desprendió gran parte de la base de enduído a causa de la humedad, dejando al descubierto un revoque nuevo fabricado con materiales actuales. Con esto se evidencia que los revoques originales de los fustes fueron eliminados por completo. Luego de la limpieza minuciosa del área mencionada, se procedió a la restitución de las partes faltantes, incompletas y gastadas de la ornamentación, y de zonas planas de fustes y muros. Se utilizó una mezcla de yeso, polvo de ladrillo y cemento. Posteriormente se procedió a eliminar los excesos con espátulas y lijas, suavizando las formas y superficies. Los fustes de las columnas fueron protegidos con sellador acrílico. Un acabado final de pintura fue dado a las partes reconstituidas con el objeto de poder tener una mejor lectura del conjunto.


Fachada sobre la Calle Palma

Fachada actual del Palacio Benigno LópezEl trabajo abarcó un área aproximada de 53,50 m2 ubicada a lo largo del balcón central de 8,50 m de largo, hasta llegar, inclusive, a las pequeñas ménsulas ornamentales ubicadas debajo de la cornisa superior que corona el edificio, antes del parapeto de la azotea. Se eliminaron pintura, polvo y suciedades del muro, de los ornamentos y molduras, y de cuatro pilastras con sus capiteles. Este trabajo detallado y minucioso puso en evidencia el marcado deterioro y las causas del mismo en este sector de la fachada, señalando que estos daños no se presentan en otros sectores de las fachadas. Los cambios introducidos en el edificio al adaptarlo para entidad bancaria en los 70, fueron profundos y generalizados. En el antiguo muro de ladrillos de esta fachada fueron empotradas gruesas estructuras de pilares y vigas de hormigón armado, ubicadas en la misma dirección de las cuatro pilastras y que se extienden hacia adentro hasta el borde del patio interior. Sobre esta estructura, en la azotea, se instalaron las dos máquinas del aire acondicionado central, cuya constante vibración (durante 27 años de uso), fue trasmitida al muro, generando fisuras en el mismo como así también en la cornisa superior, lo que facilitó la filtración de agua de lluvia por goteo, que con el tiempo fue ablandando y disgregando el revoque, aflojando toda la ornamentación que fue desprendiéndose lentamente. En la azotea toda esa estructura de grandes vigas invertidas fue cubierta con una membrana asfáltica con aluminio, que con el tiempo fue resecando y venciéndose. Este caso fue solucionado de manera integral, incluyendo una nueva impermeabilización de la estructura que soporta las máquinas de AA, y la rectificación de las piezas amortiguadoras de estas. Un tramo de la cornisa superior, a lo largo de 15,60 m, fue aislada con tres manos de pintura impermeabilizante para paliar en parte el efecto de la filtración del agua de lluvia a través de las grietas. Durante la limpieza y eliminación de las capas de pintura que se encontraban resecas y en parte desprendidas, se han encontrado una de color gris claro azulado y otra rosa-óxido, que solo aparece debajo de la cornisa, entre las pequeñas ménsulas y debajo de algunos adornos y luego el revoque y, luego el revoque. Todo el diseño del ornamento ubicado sobre la puerta central del balcón _que se encontraba muy deteriorado_ fue relevado en dibujo y calcado a escala natural en plástico. Igualmente se sacaron moldes de estos ornamentos con silicona que sirvieron para reproducir en yeso, las partes faltantes y dañadas. Utilizando los moldes de silicona y una mezcla de yeso, polvo de ladrillo y cemento se reprodujeron los diseños dañados y faltantes de la ornamentación, conservándose las partes sanas.

Estas nuevas piezas, juntamente con las originales conservadas, fueron restituidas en sus sitios, recuperándose todo el conjunto ornamental. Al mismo tiempo se restituyeron parte de los faltantes de ornamentos en el friso superior (debajo de la cornisa) y de los capiteles de las pilastras.

También se hicieron reparaciones en las áreas lisas.

Posteriormente, todo el sector intervenido fue lijado y limpiado. Para protegerlo se aplicó con pincel, un sellador acrílico y el acabado final de pintura en las áreas restituidas.