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Reseña histórica

Creación de la Academia Diplomática y Consular


Fachada

La Academia Diplomática y Consular fue instituida mediante la Ley Nº 219, de diciembre de 1970, que creó la carrera Diplomática y Consular. Dicha normativa, en su artículo 11, señalaba expresamente: “Créase la Academia Diplomática y Consular bajo la dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores, la cual tendrá por finalidad promover el perfeccionamiento de los funcionarios pertenecientes al Escalafón de la carrera diplomática y consular, mediante cursos, seminarios y conferencias que se impartirán conforme al Reglamento y Plan de estudios. La Dirección de la Academia Diplomática y Consular será ejercida por el Ministro de Relaciones Exteriores, o por la persona que, a su propuesta, sea designada por el Poder Ejecutivo”.

Los primeros pasos de la Academia se dieron a partir de 1972. Mediante el Decreto Nº 24.450, del 15 de febrero de 1972, que reglamentó la Ley N° 219, se dispuso la organización de cursos con una malla curricular que incorporaba asignaturas teóricas y prácticas, a los que podían inscribirse “los funcionarios del escalafón…, los funcionarios del Ministerio que no pertenecieran al escalafón y un número limitado de persona con deseos de ingresar a la carrera…”. La malla curricular incluía las siguientes asignaturas: Derecho Internacional Público; Derecho Internacional Privado; Historia Diplomática del Paraguay; Derecho diplomático y Consular, Legislación y Práctica Consular Redacción y Estilo, Criptotécnica, Idioma Guaraní, inglés y francés, Síntesis de Derecho Civil, Comercial y Constitucional, Historia Diplomática del Paraguay, Geopolítica y Orientación de la Política Exterior Nacional, entre otras.

Puerta de entradaOrganización de la Academia

En 1977, por Decreto N° 32.401, el Poder Ejecutivo designó “al doctor Antonio Salum-Flecha Director de la Academia Diplomática y Consular”. El doctor Salum refiere en sus memorias que el canciller Nogués precisaba que se organizara la Academia “que tanta falta hacía para capacitar a los funcionarios ministeriales y seleccionar las personas que tuvieran intención de incorporarse al servicio diplomático de la República”. Durante los meses de agosto, setiembre, octubre y noviembre de 1977, aún sin poder iniciar las clases por falta de un local donde impartir los cursos, se realizó un ciclo de conferencias en el salón de actos de la oficina de las Naciones Unidas, en el entonces edificio del Citibank con la exposición de importantes y reconocidas personalidades de la época.

Al año siguiente, el 2 de mayo de 1978, en el salón de las banderas del Ministerio de Defensa Nacional, se llevó a cabo el acto de apertura del curso de la Academia Diplomática y Consular. Al día siguiente, las clases se iniciaron en un edificio perteneciente a la COPACAR, ubicada en la esquina de las calles Juan E. O’Leary y Presidente Franco, ex Museo Godoy, local que había gestionado el doctor Salum Flecha para sede de la Academia Diplomática.

A inicios de 1979, la Academia Diplomática y Consular se encontraba en una situación mucho más auspiciosa, pues contaba con un local reacondicionado en lo fundamental y con un presupuesto para el funcionamiento normal de la Academia. Ese mismo año, el día 30 de marzo, tuvo lugar la inauguración del curso lectivo, ocasión en que su titular realizó una reseña de lo realizado para organizar la referida casa de estudios, antes de presentar renuncia al cargo.

Al año siguiente, el 19 de febrero de 1980, el primer director, y organizador, de la Academia Diplomática y Consular fue sustituido por el doctor y exembajador Luis Martínez Miltos

Patio

Después de ocupar las instalaciones de la COPACAR, la Academia se trasladó a un predio situado sobre la calle Padre Pucheu entre España y Juan de Salazar. Entre 1981 y 1983, aún bajo la dirección del profesor doctor Martínez Miltos, se instaló en el edificio Mercurio, ubicado sobre la calle Ayolas esquina Benjamín Constant. De allí se mudó a la calle Perú casi Artigas, donde permaneció de 1989 a 1991; más tarde, de 1991 a 1995, funcionó en el local de la EDAN (Escuela de Administración de Negocios), avenida España casi Brasil. Desde 1995 hasta el 2002, funcionó sobre la calle Mariscal Estigarribia entre República Francesa y Coronel Irrazábal. De allí se volvió al edificio Mercurio (2002-2007), hasta ocupar el local donde hoy funciona, conocido como casona Gubetich, en Humaitá y 14 de Mayo.

La Academia y su sede actual

En el 2005, el Gobierno de la República de China de Taiwán adquirió la casona ubicada en las calles Humaitá y 14 de Mayo, declarada patrimonio nacional por su arquitectura neoclásica de estilo renacentista, característica de principios de siglo XX y lo donó a la Cancillería. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores adquirió los predios colindantes y allí se realizaron obras de mejora e infraestructura edilicia para albergar a la Academia, la Biblioteca y el Archivo Histórico de la Cancillería.

Patio

Los directores de la Academia

En orden cronológico, fueron directores de la Academia Diplomática y consular las siguientes personas:

  • Antonio Salum Flecha (1977-1980)
  • Luis Martínez Miltos (1981-1989)
  • Juan Bautista Rivarola Paoli(1989-1996)
  • Leila Rachid Lichi (interina)(1996-1997)
  • César Garay Zucolillo(1997-1999)
  • Alfredo Cañete(1999-2000)
  • Óscar Llanes Torres (2000-2002)
  • Gilberto Caniza Sanchiz (2002-2004)
  • Jorge Figueredo Fratta (interino)(2004)
  • Marcial Bobadilla Guillen (interino)(2004)
  • Ricardo Caballero Aquino (interino)(2004)
  • Miguel Solano López(2004-2005)
  • Horacio Nogués Zubizarreta(2005-2007)
  • Julia Velilla Laconich(2007-2012)
  • Salvador Meden Peláez (interino)(2012-2013)
  • Rigoberto Gauto Vielman(2013-2014)
  • Oscar Cabello Sarubbi(2014-2015)
  • Salvador Meden Peláez (interino)(2015)
  • Augusto Ocampos Caballero(2015-2016)
  • Salvador Meden Peláez (interino)(2016-2017)
  • Juan Andrés Cardozo(2017-2024)


Primero “José Falcón”, hoy “Carlos Antonio López”

La Academia Diplomática y Consular llevó en primer término el nombre de José Falcón, quien fuera considerado como uno de los más ilustres cancilleres que prestigió al Paraguay por su sapiencia, firme voluntad y patriotismo antes y después de la guerra contra la Triple Alianza (1865-1870). El 28 de febrero de 2013, se lo cambió por el de “Carlos Antonio López”, en homenaje a quien se considera el primer diplomático del país, ya que abrió el Paraguay a las relaciones internacionales.