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Discurso del Embajador Eladio Loizaga, Ministro de Relaciones Exteriores en oportunidad del Acto de Conmemoración de 60 Años de Relaciones con Taiwan
Publicado: 06/26/17 05:41:p. m.

Asunción, 26 de junio de 2017

Hay conmemoraciones que tienen una significación especial. Esta es una de ellas, porque las relaciones de la República del Paraguay y de la República China (Taiwán) se destacan por características particulares. Efectivamente han pasado 60 años desde que las establecimos, en un contexto internacional de posguerra mundial, pero el hecho es que desde entonces tuvimos una vinculación singularmente intensa en tan diversos órdenes: económicos, comerciales, políticos, culturales y, de manera muy cercana a nuestros sentimientos, sobresalen los lazos humanos que supimos cultivar ambas naciones.

Esa dimensión humana es la que de un modo extraordinario se distinguió apenas establecidas formalmente las relaciones diplomáticas en el año 1957. A partir de dicha fecha, el pueblo taiwanés suscitaría la admiración del Paraguay por su grandioso y ejemplar desarrollo y modernización.

Señoras y Señores

Este acto no se lleva aquí simplemente como un gesto protocolar. Hay valores y actitudes que recordar. En estas seis décadas de nuestras relaciones hemos venido consolidando crecientemente los intercambios y las cooperaciones entre Taiwán y Paraguay, entre Paraguay y Taiwán. Tenemos transferencias de conocimiento, tecnología e innovación. Y la constante de la cooperación entre los dos países ha sido, y es, la reciprocidad, junto a los vínculos institucionales y personales.

La fluidez y el dinamismo que priman en el despliegue de las gestiones diplomáticas y de los gobiernos, fortalecen y acrecientan las colaboraciones y los intercambios en los ámbitos económico, político, social y cultural, incluyendo el de la educación. Cooperación bilateral que ha sido sostenida y se amplía cada vez más mediante las periódicas visitas oficiales de los jefes de Estado, ministros, autoridades y representantes de distintos órganos nacionales a Taipéi, como también de los dignatarios, empresarios y técnicos del país asiático a Asunción.

La amistad y la confianza entre nuestros dos países adquieren una fiel demostración a través de la complementación de los intereses nacionales de ambas Repúblicas. Y han logrado concretarse nada menos que a través de la suscripción de alrededor de 70 instrumentos de cooperación, tendientes a contribuir al crecimiento de nuestra economía, mejoramiento de nuestra producción y productividad, y a la calificación de nuestros recursos humanos, además de colaborar con los programas de asistencia social.

En el sector de la educación y de las formaciones técnicas y académicas son muy valiosas las cooperaciones que Taiwán viene brindando al Paraguay. Y entre ellas deseo señalar las que competen al Ministerio de Educación y Ciencia, al Ministerio de Agricultura y Ganadería, a la Facultad de Ciencias Agrarias y al Ministerio de Industria y Comercio. Y, naturalmente, no puedo obviar las importantes contribuciones destinadas a la construcción de viviendas populares.

Actualmente más de 150 paraguayos se encuentran estudiando en las prestigiosas universidades de la República China-Taiwán, sumándose a las numerosas cohortes anteriores. Y me honra destacar también la participación de los funcionarios de esta Cancillería en el Curso Anual de Relaciones Internacionales que se lleva a cabo en Taipéi.

Ciertamente la presencia del Paraguay en las relaciones comerciales con Taiwán debe crecer más. No obstante, es auspicioso el aumento de cupo concedido para las exportaciones de la carne bovina, pasando de 3.522 toneladas a 10.406 toneladas, incremento que hemos logrado en enero de este año.

Señoras y Señores,

Las historias se escriben y reescriben sin cesar. Nada permanece igual en el transcurso del tiempo. La elevada cota en el activo de nuestras relaciones bilaterales con Taiwán es un desafío a subir siempre más alto. Este país es un modelo de desarrollo exponencial para todo el mundo. Y nosotros tenemos mucho que aprender de su gente, de su laboriosidad, creatividad y prosperidad, al igual que de su admirada sencillez. Hoy, en esta conmemoración, brindemos pues con orgullo porque el Paraguay y la República de China-Taiwán apenas comienzan a escribir la historia de sus relaciones. En adelante, tenemos el compromiso de hacer mucho más. Y eso es posible.

Salud y muchas gracias



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